En un proceso de evaluación de riesgos, puede ser fácil llegar a dos conclusiones: a) que las actividades con alta probabilidad y alta gravedad requieren una acción significativa para reducir su impacto, y b) que las actividades con baja probabilidad y baja gravedad necesitan poca o ninguna acción correctiva.
Sin embargo, tradicionalmente, las empresas no toman en cuenta problemas relacionados con los factores humanos como variables que pueden interferir, y bastante, en la incidencia de riesgos, como por ejemplo, errores de cálculo o falta de habilidad y atención.
La verdad es que la probabilidad de riesgo y el potencial de gravedad fluctúan según nuestra interacción con el peligro, y que los factores humanos pueden fácilmente aumentar o disminuir el riesgo.
Esto es lo que llamamos matriz de riesgo tridimensional.
Evitar la ocurrencia de riesgos es imposible, siempre estarán entre nosotros. Sin embargo, existen técnicas y metodologías que están reduciendo drásticamente el número de accidentes dentro de algunas empresas. Y tenemos que hablar de eso.
Al final, no siempre sabemos en qué estado se encuentra un empleado. Algunos procesos de trabajo pueden causar frustración, al igual que las relaciones tensas con supervisores, compañeros de trabajo e incluso con miembros de nuestra familia. Y sí, estos factores intensifican los riesgos involucrados en cada tarea.
Aunque el enfoque de la tercera dimensión no es una ciencia exacta, si lo dejamos a un lado, el sistema existente continuará con deficiencias. Conozca más sobre esta metodología y entienda cómo ésta puede impactar positivamente la productividad dentro de su empresa.
Para saber cómo puede incluir los factores humanos en su evaluación de riesgos o qué hacer para reducir los accidentes laborales, ¡contáctenos!
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